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La UE afila sus tijeras ante la cumbre sobre su presupuesto común

Los mandatarios de la UE iniciaron este jueves las negociaciones para aprobar el presupuesto 2014-2020, pero deberán conciliar posturas diametralmente opuestas entre países como Reino Unido, que exige más y más recortes, y la de otros países que se resisten a perder las ayudas europeas.

"La gran batalla del presupuesto ha comenzado", escribió la comisaria europea Cecilia Malmström en su cuenta de Twitter.

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, presentará durante una cena esta noche, que marcará el inicio de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE), una propuesta de presupuesto comunitario plurianual, que corrige un proyecto de la semana pasada.

Pero durante toda la jornada prevé reuniones con cada uno de los mandatarios de los 27 países para escuchar sus demandas y sus 'líneas rojas'. El presidente de la UE deberá hacer lo posible para complacer al primer ministro británico, David Cameron, quien ya amenazó con vetar el paquete presupuestario en caso de que sus exigencias de recortes no queden satisfechas.

Probablemente por esa razón, Camerón inició la serie de reuniones bilaterales, llamadas "confesionario", con Van Rompuy. Ni bien llegó a Bruselas, el primer ministro británico anunció su intención de defender a los contribuyentes británicos.

"Voy a negociar duramente para obtener un buen acuerdo para los contribuyentes británicos y para mantener el cheque británico", declaró. "En momentos en que estamos tomando decisiones difíciles en casa sobre el gasto público es un gran error hacer propuestas para aumentar el gasto en la UE", precisó.

En las últimas semanas, Londres amenazó a Bruselas con vetar un posible acuerdo en la cumbre europea si no se mantenía intacto el "cheque británico" vigente desde 1984, que compensa al Reino Unido por las subvenciones agrarias que reciben otros países de la UE.

Poner los fondos comunitarios suficientes en el presupuesto para estimular el crecimiento o recortar gastos en tiempos de crisis: al asunto causa fisuras hasta en las instituciones europeas (Consejo Europeo, Comisión Europea y Parlamento Europeo). Van Rompuy deberá hacer lo imposible para contentar a 27 países, en situación económica muy distinta, que quieren la mejor tajada de la torta de un paquete presupuestario que equivale al 1% del PIB de la UE.

El nuevo plan de Van Rompuy reemplaza otra propuesta que él mismo hizo la semana pasada con recortes de casi 80.000 millones en un presupuesto de más de un billón de euros elaborado por la Comisión Europea, con tijeretazos en los fondos de cohesión de ayuda a las regiones (casi 30.000 millones de euros) y en la Política Agrícola Común (PAC) en cerca de 25.500 millones de euros.

La idea es complacer a los contribuyentes netos (los que ponen más fondos en el presupuesto) liderados por Alemania. Pero, además, de Alemania, los otros "amigos de gastar menos y mejor" (como Dinamarca, Suecia, Austria, Holanda y Finlandia) quieren aún más recortes de los que propone el Consejo Europeo, aduciendo que la misma austeridad que se pide en las cuentas nacionales debe aplicarse en los gastos europeos.

Este grupo choca con los intereses de los "amigos de la cohesión", entre ellos España e Italia, que piden que se tenga en cuenta la situación de los países más afectados por la crisis. Incluso Francia, contribuyente neto, se resiste a la reducción de las ayudas agrícolas. "No aceptaremos soluciones inaceptables (...) Es absolutamente necesario que Italia obtenga mejores resultados a los actuales; Italia está penalizada de forma desproporcionada", consideró, por su parte, el jefe del Gobierno italiano Mario Monti.

España consideró también "inaceptable" la propuesta presentada por Van Rompuy, que llevaría al país a perder unos 20.000 millones de euros en ayudas en agricultura y cohesión, lo que sería un duro golpe para regiones como Andalucía, Galicia O Castilla-La Mancha. Las pérdidas serán otro golpe más para la economía española, que acumula 15 meses consecutivos de caída del PIB y tiene un 25% de paro.