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Los relegados de “El Buen Fin”

Por Eduardo Camacho MÉXICO, D.F., noviembre 19 (EL UNIVERSAL).- Mientras los consumidores equipan sus casas con televisores, consolas de videojuegos y electrodomésticos, otros como los empacadores, acomodadores de estacionamiento y prestadores de servicio de flete, padecen su peor fin de semana del año.

Rodrigo Orduño, un joven que ayuda a empacar en las cajas de Walmart La Villa, trabaja de 12:00 a 18:00 horas, pero el domingo sólo juntó 250 pesos, lo cual no se iguala a un domingo cualquiera.

"Para nosotros no es un buen fin, es de los más bajos del año porque la gente compra grandes aparatos, entonces no podemos empacar una pantalla de 40 pulgadas o un refrigerador, lo que nos ayuda son las compras de despensa y mucha gente evitó venir en estos cuatro días", explicó.

Él, al igual que sus compañeros en las 52 cajas del súper, ven mermadas sus ganancias hasta en un 50% o más, pues el promedio en sábados y domingos es de 300 pesos, siendo los días con más afluencia, pero tan sólo el sábado cada uno alcanzó a juntar, con dificultad, 100 pesos durante toda su jornada laboral.

Fuera de los centros comerciales, los acomodadores de autos también sufren "El buen Fin", pues al ser gratuito el estacionamiento en diversas plazas, la gente evita darles una propina.

Bajo el rayo del sol, un desfile de carritos de supermercado y el caos de personas que busca entrar y otras salir, Alfredo, con silbato en boca, guía a los conductores para estacionarse adecuadamente o guiarlos a la salida durante los cuatro días de ofertas.

"El jueves sólo gané como 150 pesos cuando abrieron a la media noche, el viernes 300 pesos, el sábado 250 y el domingo lo mismo, que es lo que normalmente obtengo en estos días", aseguró.

Agregó que la clave está en cómo se trabaja, pues algunos sólo guían y otros ayudan a cargar las bolsas o los aparatos que la mayoría compra, lo que puede representarles un ingreso extra de 30%, pero no todos lo hacen.

En tanto, las tiendas Viana en Insurgentes esquina con San Cosme al igual que la de calzada de Guadalupe a la altura de Canal del Norte, causaron afectaciones a la circulación en sus alrededores al no contar con estacionamientos de gran capacidad.

Fuera de las tiendas se veían desfilar lavadoras, refrigeradores, salas y cocinas, esperando turno para ser subidas a carros compactos y camionetas particulares, así como transportistas de fletes que esperan tener también su buen fin.

Sin embargo, los "fleteros", tampoco disfrutan será un sector altamente beneficiado ya que algunas tiendas ofrecen transporte de mercancía gratuito en cinco y 10 kilómetros a la redonda y fuera de los estacionamientos se ven las camionetas detenidas sin nadie que se acerque a preguntar.