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La recesión persiste en España en los últimos meses de 2012

España, golpeada por un muy alto desempleo y en plena reestructuración de su banca, siguió anclada en la recesión en el último trimestre de 2012, anunció este viernes el Banco de España.

España, golpeada por un muy alto desempleo y en plena reestructuración de su banca, siguió anclada en la recesión en el último trimestre de 2012, anunció este viernes el Banco de España.

La cuarta economía de la Eurozona no deja de contraerse desde mediados de 2011, llevando la desocupación por encima del 25% de la población activa y presentando sombría perspectivas, con nuevas caídas del PIB previstas para el próximo año.

"La información más reciente relativa al último trimestre del año, aunque todavía incompleta, apuntaría a una continuación de la caída de la actividad económica como resultado de la contracción de la demanda interna", subrayó el Banco de España en su informe mensual.

El organismo señaló indicadores que muestran una baja confianza de los consumidores y débiles ventas al por menor, disparidad de resultados en la industria y un sector inmobiliario aún tambaleante cuatro años después del espectacular estallido de su burbuja.

El Producto Interior Bruto (PIB) de España cayó un 0,3% en el tercer trimestre de este año, según los datos oficiales.

El Gobierno de Mariano Rajoy prevé una contracción de la economia del 1,5% para 2012. Pronostica asimismo una caída del 0,5% del PIB en 2013, pero esta previsión es considerada por varios organismos y analistas demasiado optimista. Así, la Comisión Europea y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevé que la economía española se contraiga un 1,4% el próximo año.

El malestar social crece y las protestas se multiplican en España entre una población, que sufre cada vez con mayor fuerza las consecuencias de la recesión económica, el desempleo y las draconianas medidas de austeridad decididas por el Ejecutivo de Rajoy.

Las masivas ayudas públicas a unos bancos muy debilitados por su fuerte exposición a los activos tóxicos procedentes del sector inmobiliario fustigaron el descontento de la opinión pública.