El Parlamento portugués aprueba un presupuesto 2013 de rigor sin precedentes

El Parlamento portugués aprobó este martes un presupuesto de una austeridad sin precedentes para 2013, que según el gobierno, permitirá enderezar las finanzas públicas del país, sometido a asistencia financiera internacional.

El Parlamento portugués vota este martes un presupuesto 2013 de un rigor sin precedentes, que el gobierno -pese al descontento social y las críticas- considera indispensable para que se recupere el país, sometido a asistencia financiera desde hace más de un año.

El gobierno de centro-derecha dispone de una confortable mayoría en la Asamblea con lo que el presupuesto será fácilmente aprobado, como ya lo fue hace un mes en primera lectura.

El presupuesto prevé un alza generalizada del impuesto sobre la renta, con una tasa del 14,5% para las más bajas y del 48% para las más elevadas. Las asignaciones de desempleo y por enfermedad serán reducidas respectivamente un 5% y un 6%.

Este presupuesto, que permitirá un ahorro de 5.300 millones de euros financiado en más de un 80% por las alzas de impuestos, fue muy criticado y generó varias manifestaciones, unas de las cuales, el 14 de noviembre, registró violentos enfrentamientos, inusuales en Portugal.

Varios miles de personas se manifestaban este martes en Lisboa contra este austero presupuesto, ante el Parlamento, donde los diputados se aprestaban a votarlo. "Decimos no a la 'troika' y a sus políticas", "Hay que acabar con esta política antes de que acabe con nosotros", se podía leer en las pancartas que portaban los manifestantes, convocados por el principal sindicato portugués, la CGTP.

El Partido socialista, principal formación de oposición, prevé votar contra el presupuesto, confirmando así su rechazo a una austeridad que considera ahora "excesiva". Este partido estaba sin embargo en el poder cuando en mayo de 2011 la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional concedieron -por solicitud del gobierno portugués- un plan de rescate del país por 78.000 millones de euros.

Aunque reconoce los enormes sacrificios exigidos a sus compatriotas, el primer ministro, Pedro Passos Coelho, considera que solamente la austeridad permitirá enderezar la economía del país.

Gracias a este draconiano presupuesto, el gobierno espera reducir el próximo año el déficit público al 4,5% del PIB. El propio PIB caerá este año en torno al 3%, mientras el desempleo se acerca ya al 16% de la población activa.

Los partidos de extrema izquierda, que denunciaron un presupuesto "inhumano", hacen campaña para que sea sometido al Tribunal Constitucional. El pasado mes de julio, esta instancia ya retocó un proyecto de Passos Coelho de reducir las cargas patronales y aumentar al mismo tiempo las cotizaciones salariales.

No obstante, el primer ministro portugués obtuvo recientemente dos apoyos considerables. En una visita oficial hace dos semanas, la canciller alemana, Angela Merkel, lo animó a mantenerse en la misma senda. Una semana mas tarde, la 'troika' de acreedores (UE, FMI, Banco Central Europeo) acordó un nuevo visto bueno a la implementación de las reformas exigidas a cambio del plan de ayuda.

Aunque varios economistas empiezan a criticar "una austeridad excesiva", el primer ministro sigue convencido de su eficacia. Pretende lograr en los próximos dos años ahorros por 4.000 millones de euros gracias a una "reforma de Estado" que será presentada a la 'troika' en febrero y que es muy criticada por la oposición.