Las malversaciones en el banco del Vaticano han "quedado atrás", afirma su nuevo presidente

El nuevo presidente del Instituto para las Obras Religiosas (IOR), el banco vaticano, Jean-Baptiste de Franssu, en su rueda de prensa de presentación del nuevo marco económico para la Santa Sede, el 9 de julio de 2013 en el Vaticano

"Las operaciones delictivas" que empañaron la reputación del Instituto de Obras Religiosas, el banco del Vaticano, han "quedado atrás", afirmó este jueves su nuevo presidente, el francés Jean-Baptiste de Franssu.

"Creo que ha habido en el pasado mucha exageración y focalización sobre este establecimiento", declaró a la radio Europe 1 De Franssu, nombrado la víspera presidente del IOR por el papa Francisco. "Dicho esto, hubo en efecto operaciones delictivas, pero han quedado atrás" y "hoy las reglas son estrictas", agregó. "El Papa se guía por tres grandes principios en lo que respecta a las actividades administrativas y financieras: la transparencia, la responsabilidad y la tolerancia cero. Él no protegerá a nadie", ni "siquiera en el seno de la Iglesia", explicó.

El IOR fue acusado de blanqueo de dinero sucio, incluso de la mafia, y de malversaciones en la gestión de cuentas. En 2012, el entonces presidente de la institución fue destituido y se planteó la liquidación pura y simple del banco. Benedicto XVI emprendió entonces una profunda reforma, y se cerraron "unas 2.000 cuentas", recordó De Franssu.

Hoy el IOR tiene 15.500 clientes de congregaciones, diócesis y personas que trabajan en el Vaticano, precisó. El banco administra 6.000 millones de euros, de ellos 2.000 millones en depósitos y 3.400 millones en productos de gestión. "El objetivo es ganar dinero para permitir al Santo Padre y a la Iglesia seguir ayudando a los pobres y propagando la fe", dijo.

Jean-Baptiste de Franssu, un católico practicante de 51 años, fue durante mucho tiempo presidente de la firma de gestión de inversiones Invesco-Europe. En 2013 participó en la comisión encargada de controlar y poner orden en el banco del Vaticano.