El lujo sigue teniendo el viento en popa aunque pierde intensidad

El crecimiento del lujo sigue ajeno a la crisis aunque las ventas y los beneficios de los más grandes, como LVMH, Kering, Hermès o Swatch se han desacelerado con relación a los récords de los últimos años.

El crecimiento del lujo sigue ajeno a la crisis aunque las ventas y los beneficios de los más grandes, como LVMH, Kering, Hermès o Swatch se han desacelerado con relación a los récords de los últimos años.

No obstante, los resultados de los pesos pesados del sector en el primer semestre de 2013 siguen teniendo el viento de cara, y las ventas se aceleraron en el segundo trimestre más de lo esperado.

En el semestre, el volumen de negocios de LVMH (Louis Vuitton, Céline, Bulgari, Givenchy, Guerlain...) creció 6%, a 13.700 millones de euros. El de Kering (Gucci, Bottega Veneta, Saint Laurent, Boucheron...) un 5,3% superando los 3.000 millones de euros, mientras que el de Hermès aumentó 11% a 1.760 millones de euros.

Se trata de un crecimiento de un dígito -lejos han quedado los dos dígitos- afectado por la desaceleración en Asia aunque siguen siendo sostenidas en América, y en el caso de algunas marcas, también en Europa.

Pese a que los beneficios caen, los pesos pesados del sector mantienen su confianza para el conjunto de 2013. Swatch, Hermès, LVMH o Kering esperan un segundo semestre con buenos resultados.

El discurso de los gigantes del lujo es, no obstante, prudente, ante el posible deterioro por el efecto de la devaluación de algunas divisas, como el yen, que ha hecho que los gastos de lujo de los turistas japoneses también hayan caído. Aunque se ven compensados en buena parte por el aumento de las ventas en Japón.

-¿El motor asiático gripado?-

A principios de año, el miedo planeaba sobre la eventualidad de que se gripara el formidable motor asiático del lujo, tirado por la locomotora china, debido a la desaceleración del consumo en China. Los resultados de Burberry en septiembre del pasado año hicieron sonar las alarmas.

Los resultados del primer trimestre de 2013 demostraban un debilitamiento. Vuitton y Gucci registraron el crecimiento más débil en años, parece más esperanzador.

No cabe duda de que el motor asiático gira menos rápido que antes. Las exportaciones de relojes suizos a China han caído, en particular debido a la campaña contra la corrupción de las autoridades de ese país que quieren erradicar los regalos onerosos.

Pero el lujo puede contar con la resistencia de los mercados "maduros": Europa, gracias a las compras de los turistas ricos, y América, donde aumentan las ventas gracias a la mejora de la situación económica.

"La mayoría de nuestras actividades muestran una buena dinámica", comentó el viernes Jean-Jacques Guiony, director financiero de LVMH.

Europa fue mejor mercado que Asia para Hermès y Kering en el primer semestre, contrariamente a LVMH. Este último estima que en este momento no se pueden esperar "milagros" en el viejo continente.

Pero en general, el lujo sigue brillando.

Las pequeñas marcas, que se han convertido en grandes, Bottega Veneta en Kering, o Céline en LVMH crecen rápido.

Mucho más rápido que el número uno mundial Louis Vuitton (más de 7.000 millones de ventas anuales) o el número dos Gucci, que en el primer semestre crecieron cada uno en torno al 4%.

En este contexto, algunos quieren probar suerte: el riquísimo Catar acaba de anunciar el lanzamiento de su marca de lujo, Qela. En septiembre abrirá una primera tienda en Doha y unos meses más tarde otra en París.

Para hacerse "deseable", Vuitton (igual que Gucci) trabaja para subir su imagen de gama, con productos más sofisticados y puntos de venta cada vez más exclusivos. Con buenos resultados, según LVMH. Los artículos de cuero más caros que los tradicionales de Vuitton experimentan un fuerte desarrollo.

Y los pesos pesados del lujo siguen multiplicando las adquisiciones. La última, el 80% del italiano Loro Piana que anunció a principios de mes LVMH por 2.000 millones de euros.