Anuncios
Elecciones México 2024:

Cobertura Especial | LO ÚLTIMO

Le cambian la cara a Nescafé

Por Miguel Ángel Castillo

Actualmente nadie habla de tomar café soluble. Por lo menos en México, la palabra para referirse a esta práctica tiene tres sílabas y se lee Nescafé. Al igual que otros productos que con el paso de los años y por ser pioneros se convierten en una especie de genéricos, decir Nescafé es tanto como saber que abres un frasco o un sobre, lo viertes sobre agua caliente y ya está.

Para la gente de esta marca propiedad del grupo Nestlé esta tendencia lejos de significar una batalla ganada significa una problemática particular, y esa es que uno vaya al supermercado o la tienda de la esquina y acabe comprando el primer frasco que se le cruce enfrente bajo la idea de que cualquier café soluble es igual a Nescafé.

Por eso no es extraño que luego de 65 años en el país, donde de 24 millones de tazas de café que se consumen al año 15 millones son de Nescafé, la empresa haya decidido que era tiempo de darle un cambio a su imagen y renovar toda su gama de productos.

Antes



Ahora



"Decidimos renovar la imagen de Nescafé a fin de fortalecer su valor de marca, mejorar la experiencia del consumidor y crear relaciones más significativas", señaló Marcelo Melchior, presidente Ejecutivo de Nestlé México.

Pero tampoco hay que alarmarse, porque el café seguirá siendo el mismo, producido en su totalidad en su planta ubicada en Toluca, Estado de México, (con excepción de la marca premium Tasters Choice que es de importación). El cambio se verá en cada frasco, sobre o empaque a través de un nuevo diseño que será evidente sobretodo en su emblemático logotipo.

No es para menos, tomando en cuenta que a nivel global la división de café es la que mayor rentabilidad le otorga a Nestlé, siendo México su unidad de negocio número uno entre 180 ubicaciones en el mundo, por encima de países con alto consumo de café como lo son Brasil y Estados Unidos, según informó Fernando César Echegaray, director de la unidad de Café de la empresa.

Curioso, porque el número per cápita de los mexicanos aún está por debajo de esas dos naciones, pues mientras allá  cada habitante toma en promedio un total de 560 tazas por año, aquí apenas llegamos a las 240, menos de una taza al día.

Esto significa un área de oportunidad donde se espera que el consumo per cápita de cada mexicano crezca al menos a 360 tazas por año, mientras hacen lo propio en el resto de sus operaciones, toda vez que el cambio de imagen es una estrategia a nivel mundial. Quizás lo único que no logren es que uno vaya a cualquier fonda y siga pidiendo ‘agua para Nescafé’.