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Los líderes iberoamericanos buscan reforzar la cooperación contra la crisis

Fortalecer el comercio y la inversión, con estabilidad jurídica y financiera, y ayudar a las empresas a crear empleo es la fórmula contra la crisis que persiguen los líderes iberoamericanos reunidos este sábado en Cádiz en una Cumbre que busca reequilibrar la relación entre países.

Fortalecer el comercio y la inversión, con estabilidad jurídica y financiera, y ayudar a las empresas a crear empleo es la fórmula contra la crisis que persiguen los líderes iberoamericanos reunidos este sábado en Cádiz en una Cumbre que busca reequilibrar la relación entre países.

"En el contexto actual de dificultades es necesario prestar una atención especial a las políticas de crecimiento económico", afirmó el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, al abrir las sesiones de trabajo de los jefes de Estado y de Gobierno.

Y subrayó que "actualmente América Latina posee una posición de partida más ventajosa que Europa para sortear la crisis". Así, en un "nuevo escenario global en el que América Latina gana peso específico y centralidad" por su desarrollo económico, España, como anfitriona, busca con esta cumbre establecer "una relación renovada que podemos definir como una doble vía plena" entre ambos continentes, añadió Rajoy.

"Relaciones de equilibrio y no de sometimiento y saqueo", deseó por su parte el presidente de Bolivia, Evo Morales, en su intervención durante la primera sesión plenaria de la cita.

El impacto social de la crisis europea se convirtió en el tema central de la cumbre, en un contexto de cuestionamiento a las medidas de ajuste como forma de salir de la recesión. La austeridad, "aunque aleja el quiste de una quiebra financiera, no aleja la desconfianza de los mercados, y aún más importante, no aleja la desconfianza de las poblaciones", lanzó la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.

Para hacer frente a la creciente insatisfacción social es necesario adoptar una política para incentivar el crecimiento que "obtenga resultados concretos para las personas y presente un horizonte de esperanza, no sólo la perspectiva de más años de sufrimiento", agregó.

Abriendo sus mercados y garantizando un marco regulatorio transparente y estable, los países latinoamericanos pueden contribuir a la superación de una crisis que, de prolongarse, podría afectar también a sus economías y esto debía quedar reflejado en la declaración final de la cumbre.

Según un borrador del texto al que tuvo acceso la AFP, los líderes se comprometen a "fortalecer reglas claras, estables y previsibles que ayuden a promover las inversiones productivas nacionales y extranjeras".

El tema de la seguridad jurídica, que interesa especialmente a España tras la expropiación de la petrolera YPF a Repsol por Argentina, es también fundamental para los cientos de empresas multilatinas con intereses en todo el continente.

La cumbre debe aprobar así la creación de un Centro Iberoamericano de Arbitraje, que permita una resolución rápida y simplificada de los conflictos, además de una Carta Iberoamericana de las Pymes destinada a propulsar las pequeñas y medianas empresas como elementos clave de desarrollo y creación de empleo.

Junto a la crisis, los dirigentes iberoamericanos trataron cuestiones de interés regional, como el proceso de negociación entre Bogotá y la guerrilla de las FARC. "El gobierno colombiano tiene toda la determinación y la voluntad para llegar a un acuerdo", afirmó el presidente Juan Manuel Santos y "no será por intransigencia nuestra que estas conversaciones no tengan éxito", aseguró.

El presidente saliente de México, Felipe Calderón, enfatizó por su parte la lucha de su país contra los cárteles de la droga, lamentando los "miles de millones de dólares de los consumidores estadounidenses y europeos" que año tras año refuerzan a estas organizaciones.

Y el boliviano Evo Morales, que se marchó antes del fin del encuentro por compromisos en su país, volvió a pedir a Chile que negocie una salida de Bolivia al mar, afirmando que, a falta de acuerdo, recurrirá a los tribunales internacionales.

La XXII Cumbre Iberoamericana se celebrada este año en Cádiz, coincidiendo con el bicentenario de la Constitución de 1812, promulgada en esta ciudad por diputados de España y América, fundamental para la posterior independencia de los países latinoamericanos.

Un total de 21 países están presentes en esta cita, a la que no acudió Paraguay debido al litigio con sus socios de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) y Mercosur a raíz de la destitución del presidente Fernando Lugo.

Están también ausentes de la cumbre los presidentes de Cuba, Venezuela, Argentina, Guatemala, Uruguay y Nicaragua, representados por sus vicepresidentes o ministros de Exteriores.