La industria automotriz de EEUU mira hacia Rusia pese a la crisis en Ucrania

Dos visitantes de la Feria Internacional del Automóvil en Nueva York, el 17 de abril de 2014

No importan la crisis en Ucrania ni las sanciones de Washington contra Moscú: para los fabricantes de automóviles estadounidenses, el mercado ruso es la próxima gran frontera.

Rusia es demasiado grande e importante como para que los constructores de vehículos la ignoren, explicaron esta semana unos expertos reunidos en Detroit (Michigan, noreste), cuna de la industria automotriz estadounidense.

"El mercado ruso será mayor que en Alemania", predijo John Branch, profesor de la Escuela de Negocios Ross, de la Universidad de Michigan. Explicó que la industria automotriz de Rusia está en un momento de cambio, en el que la demanda de vehículos importados aumenta, a pesar de las barreras impuestas por el Gobierno.

Eso significa que los fabricantes de automóviles, en especial aquellos con ambiciones a nivel mundial, no pueden permitirse ignorar el potencial de ese mercado, a pesar de su naturaleza volátil.

General Motors ya se encuentra inmerso en esta realidad mediante un emprendimiento conjunto con AvtoVaz, fabricante de Lada, la marca de automóviles más popular de Rusia. Sin embargo, los Lada son un vestigio de la era soviética y sus ventas están concentradas particularmente en ciudades menores y áreas rurales, explicó Branch.

En las principales ciudades, como Moscú y San Petersburgo, los consumidores se están volviendo más conscientes de las marcas.

Les gustan los coches importados y han desarrollado una preferencia por vehículos deportivos pequeños y utilitarios. GM-AvtoVaz fabrica Chevrolet Niva, un popular mini-SUV en Rusia que también se exporta a otros países de la región.

- Cautela -

David Teolis, economista de GM, advirtió de que las predicciones sobre el crecimiento del mercado ruso se deben tomar con cautela.

La lenta expansión de la economía rusa y de la clase media del país desde 2008 está dificultando el crecimiento de las ventas, que cayeron un 50% en 2009, a raíz de la crisis mundial, pero crecieron con fuerza, hasta alcanzar casi los tres millones de unidades en 2012. El año pasado, volvieron a caer un 5,5%, y se espera un nuevo descenso en 2014.

El aire crónico de crisis que rodea el país también ha afectado en su desarrollo económico. La reducción de las previsiones de crecimiento este año -al 0,5% o menos, según el ministerio de Economía, y sin tomar en cuenta sanciones occidentales- despierta preguntas sobre la posible expansión del sector automotor. "Rusia debe convertirse en un país normal", dijo Teolis.

- Sanciones vs negocios -

Daniel Russell, presidente del consejo empresarial EEUU-Rusia, dijo que incluso con la crisis en Ucrania, Moscú es demasiado importante para que EEUU lo ignore.

Las relaciones entre ambas partes podrían, de hecho, beneficiarse de fuertes vínculos comerciales, argumentó. "Ha habido un salto dramático en la economía rusa en los últimos 10 años", aseguró, y dudó de que otros países vayan a privarse de hacer negocios con Rusia.

La presión de EEUU para establecer sanciones contra Moscú por su anexión de la península de Crimea se ha topado con esta realidad. Con negocios y lazos financieros mucho más estrechos con Rusia, algunos países de Europa occidental se han mostrado reticentes a aumentar la presión sobre Moscú.

Esto no sólo sucede en Europa. El Gobierno japonés emitió una declaración en la que condena la acción de Rusia en Crimea y ese mismo día recibió a unos 200 ejecutivos rusos. "Las sanciones no funcionan", dijo Russell, recordando que Rusia sobrevivió a la amenaza de sanciones en 2008 tras una breve guerra con Georgia.