Ikea reconoce que empleó a trabajadores forzados de la RDA en los 80

La compañía sueca de muebles y decoración reconoció, tras un estudio encargado por la propia empresa, que trabajadores forzados fabricaron algunos de sus muebles en los años '80 en la Alemania del Este comunista.

La compañía sueca Ikea reconoció este viernes que trabajadores forzados fabricaron algunos de sus muebles en los años '80 en la Alemania del Este comunista, tal como demuestra un estudio del gabinete Ernst & Young que encargó la propia empresa.

El estudio muestra que "prisioneros políticos y detenidos participaron en parte en la producción de componentes o muebles, que fueron entregados a Ikea hace entre 25 y 30 años", admitió la compañía sueca este viernes, al presentar el estudio en Berlín.

El estudio demuestra también que los representantes de Ikea sabían que era posible que en las fábricas de la RDA trabajaran prisioneros políticos.

"La empresa había tomado medidas para asegurarse de que no se utilizaba a prisioneros, pero ahora está claro que esas medidas no fueron suficientemente eficaces", explicó Ikea.

"Entonces no teníamos los sistemas de control desarrollados de hoy día, y visto lo visto no hicimos lo suficiente para impedir tales métodos de producción", lamentó Jeanette Skjelmose, una responsable de la compañía sueca.

Antes incluso de la publicación, el estudio fue criticado en Alemania.

La asociación de ayuda a las víctimas de la RDA criticaron una "puesta en escena no científica", ya que no se recurrió a historiadores.

Según la prensa alemana, Ikea no fue la única empresa que tuvo recurso a mano de obra forzada en la Alemania comunista. También sería el caso de las empresas de venta por correspondencia Neckermann y Quelle, con sede en la Alemania occidental.