Frenéticos compradores abarrotan las tiendas en el 'Black Friday' de EEUU

Millares de neoyorquinos partieron este viernes a la caza de la mejor oferta en el 'Viernes Negro' (Black Friday), el día que marca el inicio tradicional de la temporada festiva de compras de Navidad y que se vigila de cerca como un indicador importante para las ventas y los indicios de recuperación de la economía estadounidense.

Millares de neoyorquinos partieron este viernes a la caza de la mejor oferta en el 'Viernes Negro' (Black Friday), el día que marca el inicio tradicional de la temporada festiva de compras de Navidad y que se vigila de cerca como un indicador importante para las ventas y los indicios de recuperación de la economía estadounidense.

Las imágenes de televisión mostraban a compradores atravesando como locos las puertas de los comercios. Con la esperanza de arrasar con todo, desde productos electrónicos a ropa, algunos de los más competitivos perdían la calma y se enzarzaban en forcejeos sobre objetos o disputaban su lugar en la cola.

Desde las 23hhoras locales del jueves, justo después de que se terminase en muchos hogares el tradicional pavo degustado en la fiesta del Día de Acción de Gracias, decenas de personas hacían colas que se prolongaban varias calles delante de las tiendas de productos electrónicos Best Buy.

Phyllis Loges, de 52 años, esperaba la apertura de la tienda a medianoche desde hacia 4 horas. "Quiero comprar un 'home cinema' con televisión y sistema de audio que anuncian por 1.500 dólares en lugar de alrededor de los 3.500" habituales, explicaba. Además de los cazadores de gangas estadounidenses, el 'Viernes Negro' hace las delicias de los turistas de visita en el país.

A las 7h locales, Abdul Albudikhi, turista saudí de 22 años, sale de una tienda de ropa Hollister de la quinta avenida con los brazos llenos de bolsas. "Compré jeans, zapatos, regalos para mi novia, otro para mi padre...", enumera.

Albudikhi comenzó su épica jornada de compras a medianoche, con la apertura de las tiendas de grandes letreros comerciales, y no ha dormido desde entonces: "bebí mucho café", bromea.

En Nueva York, el conocido gran almacén Macy's era un destino para muchos. Su presidente ejecutivo, Terry Lundgren, estaba en el lugar cuando abrieron sus puertas. "Juro que estuve ahí durante 18 o 20 minutos y las filas de tráfico entrante nunca se detuvieron", declaró a la NBC. "Nunca cesó, por lo que la gente está definitivamente comprando, iniciando el día de compras del 'Black Friday'".

El 'Black Friday', el viernes que sigue a la fiesta de Acción de Gracias, es uno de los puntos álgidos comerciales de la temporada en Estados Unidos. Este viernes negro debe su nombre al hecho de que esta jornada es tan crucial que puede a menudo hacer que las cuentas en números rojos de los comerciantes vuelvan al negro, de nuevo en el territorio del balance comercial positivo.

Aunque el impacto del día en las hojas de balance está empezando a decaer, puesto que cada vez más tiendas tratan de captar a consumidores el jueves, incluso cuando eso significa que sus empleados deban adelantar la cena de Acción de Gracias.

Hace diez años, hubiera sido imposible encontrar un sólo comercio abierto el jueves a lo largo de las grandes arterias comerciales de Broadway, en la ciudad de Nueva York. Pero el jueves, como muchos en los últimos años, casi todas las tiendas se encontraban abiertas en el cruce en el que Broadway atraviesa el barrio del Soho.

Y a pesar de que la economía estadounidense todavía lucha por salir adelante, Lundgren parecía esperanzado acerca de las perspectivas para el resto del año, aunque reconoció que noviembre probablemente sería "un poco más flojo" de los que los comercios querrían.

"Es un momento difícil para Estados Unidos", afirmó. "Entendemos la dificultad y, por tanto, nos centramos en ofrecer productos que merecen la pena de las mejores marcas del mundo". La federación estadounidense de comercio espera este año una subida del 4,1% de la compras para este día en comparación con el año pasado, lo que supondría una disminución con respecto a 2011, cuando se registró un avance del 5,11% en compras.