El fracaso planea sobre la cumbre europea del presupuesto

El fracaso planeaba este viernes al reanudarse las reuniones de los mandatarios de la Unión Europea para definir el presupuesto 2014-2020, ante la intransigencia de algunos países partidarios de la austeridad, como el Reino Unido.

El fracaso planeaba este viernes al reanudarse las reuniones de los mandatarios de la Unión Europea para definir el presupuesto 2014-2020, ante la intransigencia de algunos países partidarios de la austeridad, como el Reino Unido.

Todo indica que los europeos postergarán los debates para principios de 2013. Aún hay tiempo, dijeron varios mandatarios al recordar que hasta ahora nunca se ha aprobado una propuesta sin que mediaran arduos y largos debates.

"Creo que no ha habido suficientes avances hasta el momento", señaló el primer ministro británico, David Cameron, a su llegada a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, que se celebra en Bruselas.

"Hay realmente un problema porque no ha habido progresos en las propuestas para hacer recortes adicionales", insistió Cameron, quien llegó a esta reunión bajo la presión de su Parlamento para exigir más recortes.

"No es el momento de hacer pequeños ajustes. No es el momento de mover dinero de una parte del presupuesto a otra. Necesitamos un recorte de un gasto que no nos podemos permitir. Esto es lo que está pasando en nuestros países y es lo que debe pasar aquí", agregó.

El presidente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, presentó en la noche del jueves una nueva propuesta de presupuesto para 2014-2020 tratando de recoger todas las exigencias y "líneas rojas" que le expusieron a lo largo del día los 27 mandatarios del bloque en reuniones bilaterales.

El nuevo plan, por un total de 972.000 millones de dólares, equivalente tan sólo al 1% del PIB de la UE, contiene prácticamente los mismos recortes globales de unos 80.000 euros que ya había planteado la semana pasada, aunque los reparte de manera distinta. La diferencia es que reduce la tajada en las partidas destinadas a la cohesión y a la Política Agraria Común, como pedía Francia.

Sin embargo, según fuentes europeas, los británicos esperaban recortes adicionales de entre 40.000 y 50.000 millones de euros, elevando la suma global a 120.000 a 130.000 millones de euros. Cameron no movió su postura ni un ápice. El 'premier ' británico tiene un mandato bien claro y ya ha amenazado con vetar el paquete presupuestario en caso de que sus exigencias no queden satisfechas.

Además quiere mantener intacto el 'cheque británico', vigente desde 1984, que compensa al Reino Unido por las subvenciones agrarias que reciben otros países de la UE.

En ese contexto, es muy improbable que la reunión de los líderes europeos, que se reanudaba al mediodía (11H00 GMT) culmine con un acuerdo.

La canciller alemana, Angela Merkel, cree que es casi imposible que se llegue a una "decisión unánime" este viernes.

"Aún estamos lejos. Hay que trabajar muy duro para llegar a un acuerdo. Existen muchas diferencias entre las partes", señaló por su parte el primer ministro holandés, Mark Rutte.

La división es demasiado grande entre los contribuyentes netos (los países más ricos, que más dinero ponen en el presupuesto común), que exigen recortes en tiempos de austeridad, y los países más afectados por la crisis, que no quieren renunciar a sus ayudas.

El asunto es tan sensible que provoca fisuras hasta en las instituciones europeas (Consejo Europeo, Comisión Europea y Parlamento Europeo). Tanto el Parlamento como la Comisión insisten en que la propuesto debe contemplar menos recortes y superar el billón de euros, si lo que se busca es reactivar el empleo y el crecimiento. Pero el Consejo Europeo se alineó con los 'amigos de gastar menos y mejor', liderados por Alemania, que quieren aún más recortes, aduciendo que la misma austeridad que se pide en las cuentas nacionales debe aplicarse en los gastos europeos.

Este grupo choca con los intereses de los 'amigos de la cohesión', entre ellos España e Italia, que piden que se tenga en cuenta la situación de los países más afectados por la crisis.

España quiere un presupuesto "razonable", sobre todo en cohesión y agricultura, declaró el presidente Mariano Rajoy, que precisó sin embargo que "no sería un drama" si no se alcanzara un acuerdo en esta cumbre.

Pero sin duda, los recortes serán otro golpe más para la economía española, que acumula 15 meses consecutivos de caída del PIB y tiene a la cuarta parte de la población activa en el paro.