Fitch baja nota de deuda argentina a "CC" y estima "probable" un default

La agencia de calificación financiera Fitch bajó este martes cinco escalones la nota de la deuda soberana de Argentina de "B" a "CC", y consideró "probable" un default del país, que acaba de ser condenado en Estados Unidos a pagar 1.330 millones de dólares a fondos especulativos.

La agencia de calificación financiera Fitch bajó este martes cinco escalones la nota de la deuda soberana de Argentina de "B" a "CC", y consideró "probable" un default del país, que acaba de ser condenado en Estados Unidos a pagar 1.330 millones de dólares a fondos especulativos.

El jueves, un juez federal del estado de Nueva York ordenó a Argentina que pague ese monto a fondos a los que el país sudamericano califica de "buitres", que poseen títulos de deuda pública y que rehusaron adherir a un canje de deuda ofrecido por Buenos Aires en 2005 y 2010, con quitas de entre 70 y 75% del valor nominal del adeudo, tras la moratoria declarada en 2001.

Un 93% de los bonistas ingresó al canje según datos oficiales argentinos.

"Un cese de pagos es probable", consideró en un comunicado la agencia Fitch.

La agencia señaló que la perspectiva de la nota de la deuda pública argentina se mantiene en "negativa" por lo que un nuevo recorte no puede excluirse en los próximos meses.

La nota que Fitch atribuye ahora a Argentina se ubica a dos escalones de la categoría DDD que corresponde a emisores en default de pago.

El 15 de diciembre Argentina debe pagar un vencimiento correspondiente a su deuda reestructurada por 3.100 millones de dólares, a los cuales se agregan ahora los 1.330 millones que deben ser pagados según la Justicia de EEUU a acreedores que no se plegaron al canje.

"Un solo pago no realizado (...) podría desencadenar una cascada de defaults de pago sobre todos los títulos de deuda emitidos bajo régimen de derecho internacional", consideró la agencia calificadora.

Argentina, que anunció su intención de apelar el veredicto del juez neoyorqino, rechaza pagar a estos fondos especulativos que buscan pagos de 100% de la deuda mientras que la mayoría de los tenedores de títulos aceptaron descuentos de hasta 75%.

Precisamente este martes Argentina anunció que no descarta reabrir el canje de deuda para los fondos especulativos si la Justicia de Estados Unidos propone tratar la demanda presentada en su jurisdicción en los términos del canje de 2010 y el Congreso argentino aprueba la operación.

"La presentación que hemos hecho ayer plantea la soberanía del país para dictar sus normas y, desde ese punto de vista, una propuesta que traslade a los bonistas que no entraron al canje las condiciones del canje de 2010, iría en línea con los antecedentes de nuestro país y sería pasible de ser debatido en el Congreso", declaró el ministro de Economía Hernán Lorenzino a una radio local.

El gobierno apeló el lunes ante la Cámara de Apelaciones de Nueva York el fallo del juez Thomas Griesa y pidió que suspenda la orden de pagar al contado a esas firmas.

En la presentación, Argentina aludió a la "inequidad manifiesta de la fórmula propuesta por Griesa", que consiste "en pagarles a los fondos buitres el total de su reclamo y en una sola cuota el 15 de diciembre, mientras los bonistas que entraron al canje sufrieron quitas importantes y se les aplicó plazos de pago que van hasta el año 2038".

Lorenzino recordó que el Congreso debe intervenir en el caso de una reapertura del canje luego de la sanción de la llamada "Ley Cerrojo" durante el el gobierno del fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003/2007) y que, en principio, prohibía esa posibilidad.

El ministro destacó que cuando los legisladores autorizaron la reapertura en 2010, establecieron que la propuesta debía ser "en peores condiciones que las que tuvieron los bonistas que entraron en el canje de 2005".

Fitch insistió sobre las eventuales consecuencias de la decisión judicial adoptada en Nueva York para las perspectivas económicas de Argentina.

"La incertidumbre sobre el impacto de la decisión de la corte estadounidense probablemente dañará aún más la confianza e intensificará las tensiones políticas y sociales en el país, socavando las perspectivas de crecimiento", añadió Fitch en su comunicado.