La Eurozona bajo presión para que tome medidas contra la crisis

La canciller alemana, Angela Merkel, durante una conferencia de prensa en la Cancillería, en Berlín, este miércoles. La Eurozona está bajo presión para que tome medidas contra la crisis.

La crisis de la Eurozona se extendía este miércoles a Chipre, que según un diplomático solicitará dinero a Rusia y a sus socios de la Unión Europea, y frena el crecimiento en Estados Unidos, mientras España trataba de espantar el miedo a un rescate financiero.

Los líderes de la Eurozona estaban este miércoles bajo presión del G20 para reanudar con el crecimiento y acelerar la integración para acabar con esta crisis que amenaza con llevarse por delante el euro y socavar la economía mundial.

En Grecia, epicentro de la crisis, el líder conservador Antonis Samaras juró su cargo como primer ministro de un gobierno de coalición proeuropeo que quiere renegociar los términos del plan de rescate de la comunidad internacional para suavizar las medidas de austeridad que han puesto a la población en pie de guerra.

Mientras la estabilidad política parecía volver a Atenas, se espera que España oficialice la solicitud de ayuda que podría alcanzar hasta los 100.000 millones de euros (125.000 millones de dólares) para recapitalizar a su banca, el jueves en una reunión de ministros de Finanzas en Bruselas.

El ministro de Hacienda español, Cristóbal Montoro, insistió en que el país no necesitará un rescate como el que necesitaron Grecia, Irlanda y Portugal.

"España no ha sido rescatada porque no necesita ser rescatada", dijo Montoro en una sesión de control al gobierno en el Congreso de los Diputados, descartando la idea de un rescate global para la economía española.

Es probable que la semana próxima, Chipre, que asumirá la presidencia europea el próximo 1 de julio, siga los pasos de España y solicite ayuda para sus bancos a la Eurozona después de haber llamado a la puerta de Rusia, dijo un diplomático europeo.

La isla mediterránea tratará primero de obtener un préstamo bilateral de 3.000 ó 3.500 millones de euros de Rusia, el segundo, tras los 2.500 millones de euros a bajos intereses que le otorgó para refinanciar sus necesidades este año.

Se estima que Chipre necesitará cerca de 4.000 millones de euros para recapitalizar sus bancos y reducir el déficit, que el pasado año se situó en el doble del techo impuesto por la Unión Europea del 3% del PIB, según esa fuente.

Los líderes europeos se preparan para participar en una serie de reuniones en los próximos días destinadas a tomar medidas para contener la crisis, que amenaza con tumbar a España e Italia y cuyos efectos se sienten en Estados Unidos.

El presidente de la Reserva Federal (Fed, banco central) de Estados Unidos, Ben Bernanke, afirmó este miércoles que la crisis de la deuda europea está frenando el crecimiento en el país. Y añadió que la Fed podría aumentar la oferta monetaria con el objetivo de impulsar la recuperación económica.

Los ministros de Finanzas de la Eurozona se reúnen este jueves en Luxemburgo y el viernes se encuentran en Roma los mandatarios de Alemania, Francia, Italia y España. Estas negociaciones pretenden sentar las bases de la cumbre de final de mes en Bruselas.

"No tengo ninguna duda de que alcanzaremos un acuerdo en la cumbre europea de Bruselas", dijo el primer ministro francés Jean-Marc Ayrault, cuyo país no está de acuerdo con las recetas de la austeridad que promueve Berlín para salir de la crisis, en declaraciones al semanario alemán Die Zeit.

"Los gobiernos saben lo que está en juego. Tenemos que garantizar la estabilidad financiera de Europa y seguir con nuestros esfuerzos para reducir deuda y déficits", dijo.

"Tenemos que tomar el camino que nos lleva al crecimiento y la creación de empleo", agregó.

Los europeos están también presionados para promover la integración económica y fiscal en los 17 países de la Eurozona.

Las capitales esperan un informe clave sobre la integración económica y monetaria, y se contemplan planes de unión bancaria pero paso a paso, aunque las ideas de reforzar los cortafuegos financieros suscitan bastantes reticencias.

Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo abogan por mayor integración bancaria en Europa.

Bruselas considera otra idea: permitir que los fondos de rescate europeos, el FEEF y el MEDE, compren bonos de deuda española e italiana para reducir el costo del endeudamiento, un "paracetamol financiero", dijo el portavoz Amadeu Altafaj.

"Podría suavizar las tensiones, el dolor y el malestar, pero no cura las causas, los problemas estructurales de las economías de Italia, España y otros", dijo.