La Eurocámara ratifica el TLC con Perú y Colombia y un acuerdo con Centroamérica

El Parlamento Europeo ratificó el martes el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre la Unión Europea, Perú y Colombia, y un acuerdo de asociación con Centroamérica, en una "votación histórica" que marca un gigantesco avance "en los lazos con América Latina".

El Parlamento Europeo ratificó el martes el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre la Unión Europea, Perú y Colombia, y un acuerdo de asociación con Centroamérica, en una "votación histórica" que marca un gigantesco avance "en los lazos con América Latina".

La aprobación definitiva de estos acuerdos en la Eurocámara, en la ciudad francesa de Estrasburgo, es "un paso decisivo hacia la alianza con países de rápido desarrollo como Colombia y Perú, y con América Central, ya que marca el primer acuerdo de la UE con otra región", celebró el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz. "Durante demasiado tiempo, la UE había subestimado la alianza con América Latina", dijo.

La Unión Europea (UE) firmó acuerdos comerciales en 2000 con México, en 2002 con Chile y, desde 2004, las negociaciones con los países del MERCOSUR se encuentran estancadas.

"La luz verde que ha dado el Parlamento Europeo propiciará una apertura de nuestros mercados, que creará oportunidades comerciales, crecimiento y puestos de trabajo en Perú, Colombia y Centroamérica y en la UE", ha declarado el comisario de Comercio, Karel de Gucht.

El TLC con Perú y Colombia -que prevé una liberalización gradual del comercio de mercancías y servicios, eliminando entre otros los aranceles para bienes agrícolas e industriales- provocará, según la Comisión Europea (CE), un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) de cerca del 1% en los países sudamericanos.

"Debería aplicarse de forma provisional en el primer trimestre de 2013, en cuanto Colombia y Perú adopten las medidas necesarias", señaló la CE en un comunicado, al precisar que el acuerdo "reducirá los aranceles en más de 500 millones de euros anuales".

El ministro colombiano de Comercio Exterior, Sergio Díaz, calificó de histórica la aprobación del tratado, que dijo contribuirá a convertir el país en una plataforma exportadora y un centro de inversiones hacia América Latina. "Además de ser un hito en las relaciones con el primer bloque económico del mundo, el acuerdo es la mayor apuesta de Colombia", precisó Díaz en una declaración divulgada por su oficina en Bogotá.

En Costa Rica, la ministra de Comercio Exterior, Anabelle González, saludó la ratificación del acuerdo en el Parlamento Europeo. El acuerdo de asociación con la UE "es muy satisfactorio", dijo González a los medios locales.

Tras su firma en junio pasado en Bruselas, el tratado debía ser ratificado por los congresos de las tres partes para entrar en vigor. Lima ya lo hizo y ahora debe ser aprobado por el Congreso colombiano y por los parlamentos de cada país del bloque europeo.

El tratado incluye una cláusula específica para garantizar la protección de los derechos laborales, los derechos humanos y el medio ambiente, los principales temas que obstaculizaron los avances de las negociaciones entre las partes, concluidas en Madrid en 2010. De no cumplirse esta cláusula, el bloque europeo podrá suspender el pacto de forma unilateral.

Las negociaciones habían arrancado con el conjunto de los países andinos, pero Bolivia y Ecuador (los otros dos miembros de la Comunidad Andina de Naciones) se descolgaron del proceso al rechazar que el acuerdo incluyera un tratado de libre comercio.

En 2011, el comercio bilateral de mercancías entre la UE y Colombia y Perú ascendió en total a 21.100 millones de euros, según el ejecutivo comunitario.

En el mismo año, el valor de las exportaciones de la UE a Colombia fue de 5.000 millones de euros y el de las importaciones, de 6.900 millones. En 2011, las exportaciones de la UE a Perú supusieron 2.800 millones de euros y las exportaciones de ese país a la UE, 6.400 millones de euros.

La Eurocámara dio luz verde además al acuerdo de asociación firmado entre la Unión Europea y Centroamérica en junio, tras las maratonianas negociaciones que se iniciaron en 2007, abriendo los mercados de ambos lados del Atlántico a los productos de las dos regiones.

El acuerdo -basado en los pilares de diálogo político, cooperación y libre comercio- con seis países de América Central (Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala y Panamá) prevé también una cláusula de Derechos Humanos que permitiría suspender el pacto en caso de que una de las partes no la respete.

Varias Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) protestaron por los acuerdos con países donde "siguen cometiéndose violaciones" de los derechos humanos.

La situación de los derechos humanos y las carencias de estándares laborales, sociales y medioambientales eficientes, la violencia, la desestabilización política, así como la débil presencia de la sociedad civil en la supervisión de los acuerdos, son los puntos que más controversia han suscitado entre los críticos de ambos lados del océano.

Los acuerdos "no plantean medida alguna para abordar los abusos de derechos humanos en América Latina", criticaron los grupos. "Colombia sigue siendo el país más peligroso para los sindicalistas en el mundo", escribieron. Y en "Guatemala fueron asesinados 10 sindicalistas en 2011 y según la ONU, Honduras es uno de los países más violentos en el mundo".