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Un diputado se mete en la piel de un inmigrante polaco en Londres

Una vista general de Londres, el 26 de octubre de 2012

Que los inmigrantes que llegan a Londres tienen que hacer milagros es algo que quizás sospechan los que pertenecen a la casta del diputado polaco Artur Debski: él, en cambio, vino a experimentarlo.

"Llegué el 5 de abril al aeropuerto de Stansted, a bordo de un vuelo de bajo coste por el que pagué 20 libras (25 euros)", explicó a la AFP en la terraza de un bar.

Las dos primeras noches durmió en un colchón en el suelo en casa de un compatriota al que conoció en Facebook. Le pagó 28 libras (34 euros), con el desayuno incluido.

El diputado del partido de la oposición Twoj Ruch (Tu movimiento) se había fijado el objetivo de vivir con 100 libras (120 euros) por semana, alojamiento incluido. Debski quería entender por qué miles y miles de compatriotas vienen cada año a Reino Unido sin la promesa de un empleo. Tantos son, que han convertido el polaco en la segunda lengua del país después del inglés.

"Viví tres días así, pero no era bueno para mi salud. No podía comer correctamente", se excusó, justificando que finalmente acabara gastando 200 libras en una semana.

En ese periodo, logró abrir una cuenta bancaria y acudir a una agencia de empleo, donde le invitaron a buscar entre las ofertas en unos ordenadores. "Pero finalmente conseguí trabajo gracias a un polaco instalado aquí". El diputado se volcó en las redes sociales y un compatriota, vecino de Poplar, un barrio popular del este de Londres, le ofreció alojamiento gratis.

"En total, gané 284 libras (345 euros)" en seis días de empleo. "Trabajé dos días en una obra con un martillo y cuatro traduciendo documentos del inglés al polaco". "Fue la primera vez que tuve un patrón", se rió el antiguo empresario, de 45 años, que se pasó a la política en 2011.

Una semana y media después de llegar a Londres, Artur Debski dijo que entendió lo que ha llevado a medio millón de compatriotas a instalarse en Reino Unido desde 2004 -fecha de la entrada de Polonia en la Unión Europea-, pese a que la economía polaca está en pleno crecimiento.

"Aquí hay menos restricciones. El sistema favorece la creación de riqueza". No todos lograron beneficiarse del sistema, admitió. Conoció a cien compatriotas durante su periplo y nueve estaban en un albergue para mendigos. "No tenían trabajo y se pusieron a beber", agregó.

En Polonia, le acusaron de populista. "Pero aquí, todos los polacos me dijeron que era una buena idea", se congratuló. La mayoría quiere quedarse a vivir definitivamente aquí.

Y no porque todo el mundo les de la bienvenida. El primer ministro británico, David Cameron, calificó la apertura del mercado laboral a los nuevos países de la UE como "un error monumental". Sin embargo, para Artur Debski, el primer lugar donde debe hablarse de emigración es Polonia. "La emigración es peligrosa para nuestro país. En 2013, tuvimos más fallecimientos que nacimientos por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. Si se va todo el mundo, ¿quién pagará las jubilaciones?"

El diputado tenía previsto volver este lunes 20 de abril a Varsovia y preparar un informe sobre "lo que funciona en Reino Unido que podría importarse en Polonia".

Es consciente de que los polacos asentados en Londres no van a cerrar fácilmente su negocio para volver a Polonia, así que le gustaría que contribuyeran desde aquí a la vida de su país. Con un representante en el Parlamento polaco, por ejemplo, o creando organizaciones de debate. "Estoy seguro de que saldrían buenas ideas". Y además, ya tengo 12 contactos aquí, es un buen principio", afirmó, mostrando orgulloso la agenda de su teléfono.