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Constituido el 'banco malo' con el Estado como accionista

La Sociedad Promotora de la Sociedad de Gestión de Activos (Sareb), que se encargará de gestionar los activos tóxicos inmobiliarios de los bancos españoles, se constituyó este viernes con el Estado como único accionista, a la espera de que entren inversores privados.

La Sociedad Promotora de la Sociedad de Gestión de Activos (Sareb), que se encargará de gestionar los activos tóxicos inmobiliarios de los bancos españoles, se constituyó este viernes con el Estado como único accionista, a la espera de que entren inversores privados.

La Sareb quedó constituida "como sociedad anónima con un capital social de 60.000 euros, de forma que cuando se dé entrada a los socios privados se procederá a una ampliación de capital", informó el ministerio de Economía en un comunicado.

"La puesta en marcha de la Sareb permitirá a partir de hoy iniciar los trabajos para la transferencia de activos" por parte de los cuatro bancos nacionalizados Bankia, CatalunyaBanc, Novagalicia y Banco de Valencia, que deberá finalizar antes de final de año.

Además, con el fin de permitir la entrada de inversores privados en el denominado "banco malo" se está presentando el proyecto y, según el ministerio de Economía, "la reacción de los inversores privados del sector bancario y de otros ámbitos, tanto nacionales como extranjeros, es positiva".

En octubre, el ministro de Economía, Luis de Guindos, había afirmado que "la previsión es que (los inversores privados) representen al menos 55% del capital".

"También se está trabajando en la operativa para la transferencia de los activos, en especial su identificación y los sistemas informáticos", añadió este viernes el Ministerio, que recuerda que el "equipo gestor se está configurando bajo la dirección de Belén Roma, presidenta de la Sareb, y Walter de Luna, director general".

El pasado 3 de octubre, el ministro de Guindos, ya había adelantado que el "banco malo" estaría operativo en diciembre.

La creación de tal agencia, que debe permitir vender los activos tóxicos (viviendas confiscadas, terrenos sin construir, edificios inacabados...) de los bancos españoles para sanear el sector, figuraba entre las condiciones exigidas en junio por la eurozona para acordar una ayuda de hasta 100.000 millones de euros a la banca española, debilitada desde el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008.