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Bruselas propone suspender la tasa de carbono CO2 hasta 2013

La Comisión Europea (CE) propuso este lunes suspender por un año la aplicación de la tasa europea sobre las emisiones de CO2 en los vuelos intercontinentales desde y hacia un país de la Unión Europea (UE), con el fin de ganar tiempo para alcanzar un acuerdo internacional.

La Comisión Europea (CE) propuso este lunes suspender por un año la aplicación de la tasa europea sobre las emisiones de CO2 en los vuelos intercontinentales desde y hacia un país de la Unión Europea (UE), con el fin de ganar tiempo para alcanzar un acuerdo internacional.

"Propuse suspenderla (...) ya que hay señales de que podemos alcanzar un acuerdo a nivel internacional", anunció Connie Hedegaard, comisaria europea para el cambio climático, al precisar que la suspenderá hasta la próxima asamblea general de la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI), prevista en el otoño de 2013.

"Pero que las cosas queden claras, si no se llega a un acuerdo en esa fecha, retrocederemos al punto dónde estábamos. No habrá una nueva propuesta", advirtió.

La medida abarcará los vuelos intercontinentales que operan en la Unión Europea (UE), salvo los internos europeos.

La legislación europea obliga a las compañías que operan en la UE, independientemente de su nacionalidad, a pagar una tasa por sus emisiones de CO2. Bruselas contempla incluso prohibir volar a las compañías que incumplan la normativa europea.

India y China se oponen a la tasa carbono europeo, ya que la tildan de impuesto comercial unilateral, disfrazado de medida para luchar contra el cambio climático.

La tasa carbono europea obliga a las compañías que vuelan en territorio de la UE a pagar el equivalente del 15% de sus emisiones de CO2, unos 32 millones de toneladas. Ninguna compañía aérea está obligada a pagar dicha tasa antes del 2013, pero las de 2012 sirven para hacer el cálculo.

Bruselas calcula que la tasa obligará a las compañías a agregar entre 4 y 24 euros al precio de los vuelos de largo recorrido.

Las empresas que rechacen pagar el impuesto podrían ser multadas o, en caso extremo, podrían verse sin derecho a aterrizar en los 27 países de la UE.

Algunas de las principales compañías aéreas europeas temen que la tasa de emisiones de carbono impuesta por la Unión Europea tenga graves consecuencias para el sector con repercusiones en el empleo.