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Asia y Europa denuncian el proteccionismo y temen por el crecimiento económico

Los dirigentes de Asia y Europa se comprometieron el martes a combatir toda forma de proteccionismo y advirtieron sobre las "incertidumbres" que pesan sobre el crecimiento mundial, en el segundo y último día de una cumbre en Laos.

Los dirigentes de Asia y Europa se comprometieron este martes a combatir cualquier forma de proteccionismo y advirtieron de las "incertidumbres" que pesan sobre el crecimiento mundial, en el segundo y último día de una cumbre en Laos.

El medio centenar de responsables de los dos continentes constataron que "el crecimiento mundial se ha desacelerado y la persistencia de incertidumbres sustanciales" que amenazan con pesar en los dos bloques, según la declaración de la presidencia de la cumbre.

Los dirigentes "esperan que la economía europea se restablezca progresivamente, y saludan las medidas tomadas por la Unión Europea y sus Estados miembros para tratar el problema". En la cumbre celebrada en Vientián, capital de Laos, la Unión Europea se ha esforzado en convencer a las economías asiáticas de que tiene controlada su crisis de la deuda y en negar cualquier riesgo de derrumbe de la zona euro, y pidió a sus socios que hagan más para contribuir al crecimiento.

Los dirigentes "esperan que la economía europea se restablezca progresivamente y saludan las medidas tomadas por la Unión Europea y sus Estados miembros para tratar el problema". Varias voces, en especial del lado europeo, pidieron además que se eviten medidas proteccionistas y que por el contrario se promuevan los intercambios comerciales entre dos bloques cada vez más interdependientes.

"Los dirigentes se han comprometido a abstenerse de erigir nuevas barreras a las inversiones y el comercio (...) e imponer nuevas restricciones a las importaciones o aplicar medidas incompatibles con la Organización Mundial de Comercio", añade la declaración.

"La UE está sin duda del lado de quienes quieren un comercio más abierto; pensamos que esa es la forma de avanzar", dijo en una rueda de prensa el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. "Una parte del crecimiento asiático es también resultado de la apertura del mercado en Europa, pues somos el primer destino de los productos asiáticos", declaró.

"Lo peor que podemos hacer es adoptar medidas proteccionistas, que irán en dirección contraria a la que debemos seguir", declaró el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García Margallo, añadiendo que hay que acelerar la marcha para firmar lo antes posible "acuerdos comerciales" entre ambos bloques.

Al mismo tiempo, en Madrid, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, afirmó que no renunciaba a pedir un rescate global para aliviar las presiones sobre la deuda soberana de su país, pero dio a entender que la cuestión no se resolverá este año.

Los países asiáticos acudieron a esta cumbre, la novena entre los dos continentes, en una posición algo paradójica, pues siguen ostentando tasas de crecimiento envidiables para los europeos, aunque con cierta desaceleración respecto a las proyecciones de hace unos meses.

Según el FMI, el crecimiento medio de Asia será del 6,7% este año y del 7,2% en 2013. Las previsiones anteriores, de inicios del verano, eran del 7,1% y el 7,5% respectivamente. La declaración final de Laos saludó "el resultado robusto de las economías emergentes de Asia". Pero los dirigentes de ese continente no se dejan seducir por la situación actual, pues siguen teniendo en mente el traspiés sufrido en la crisis de las economías asiáticas de 1997-98.

"Somos suficientemente humildes para no pensar que seremos por nosotros mismos el motor del crecimiento mundial. Formamos parte de un sistema más grande", destacó el ministro de Relaciones Exteriores indonesio, Marty Natalegawa, felicitándose de la "resistencia" que han mostrado las economías asiáticas en los últimos meses.